En la actualidad existe una institución educativa en la parcela. Está dividida en dos edificaciones diferenciadas. Una de ellas es patrimonio, por lo que se respeta en su totalidad, sin realizar modificación alguna en su configuración; únicamente podrán realizarse cambios de uso en las salas de que consta. La otra se demuele y se define un volumen nuevo que, respetando en todo momento el edificio patrimonial se adapta al espacio restante de la parcela y distribuye los usos detallados en el programa.

Dicho edificio construye la esquina opuesta al edificio patrimonial, dejando la parte central de la parcela liberada para disfrutarla como espacio recreativo. En ella se ubican las canchas deportivas, así como el patio de banderas del colegio.

La zona destinada a las aulas se organiza en forma de «T» ocupando las plantas de segundo y tercer piso. En planta de primer piso se localizan los usos más públicos, como son laboratorios y biblioteca. Así mismo aparecen en esta planta el aula múltiple-comedor escolar y la escuela de formación de judo. Estos últimos usos se ubican junto al acceso principal del colegio, de forma que puedan usarse de forma independiente.

El nuevo edificio se separa de los linderos para conseguir un mayor asoleo e iluminación de las aulas.

La accesibilidad para personas con movilidad reducida está garantizada en el edificio nuevo con una rampa que lo recorre verticalmente en todas sus plantas. Dos núcleos de escaleras completan la evacuación vertical del mismo, ubicadas en puntos estratégicos para garantizar el cumplimiento de las longitudes de evacuación.

Se mantiene en el mismo lugar el acceso actual del colegio. Una marquesina marca dicho acceso desde el exterior, aprovechando el quiebro que se produce en la forma del lote.